EN NOCHE YA CERRADA

En noche ya cerrada, sin llave que la abra,
eres toda silueta y lo sé porque amo.

No necesito más. Sé que aquí hay vida.
La escucho porque llega con el día que quiero.
Y sé que hay cigüeñas. Las oigo crotorar.
Y muros que no ceden; son el lugar del alma.
Y cuestas, y campanas que evocan, cuando paso,
un tiempo que ha quedado impreso en la memoria.

No necesito más. Ni el sueño en el que sueño.
Ni siquiera me importa la emoción del instante.
Ni escuchar otras voces. Me basta la interior.
Ni que dejes de ser. Eres donde yo soy,
tan conforme a mi imagen que, cuando voy a ti,
me invade la certeza de que tú eres quien viene.

En noche ya cerrada, tu inmaterialidad
es luz, espacio anímico. ¿Para qué la mirada?
Te he conformado en mí. Tú me has hecho a tu modo.
De igual a igual, todo lo demás sobra.