CORAZÓN DE GRANDES PALPITARES

El mundo entero se me viene encima
cuando camino y pienso en mis dolores.
Voy muriéndome atado en mis errores
e hiriéndome en las púas de la sima.

Se verá esta obsesión que me lastima
como desdoble trágico de amores.
No es así. Mi vida se halla en peores
duelos. Mirarme en mí y me da grima.

Corazón de los grandes palpitares
abre las puertas al alma que se ahoga;
abre, por luz de Dios y asilo pido.

La pena, en olas altas, como en mares
va alzando poco a poco aquella soga
que yo mismo, al vivir, subí conmigo.