¡OH GENTES DE MI BARRIO!

¡Oh gentes de barrio!
Mi amor ardiente hacia vosotros ha crecido.
Me pedís que reniegue de mi amor pero soy incapaz de reprimirlo.
Distinguid ente cuerpo y espíritu, abandonad vuestros razonamientos.
Cuanto más me hacéis me eludís y me rechazáis,
más aumenta mi amor por vosotros.
No puedo mas que resignarme
pues vuestra frialdad aumenta mi anhelo y vuestro desdén no puedo rechazar.
Excusad al que ama con ardor que desdeñado por su amado dice:
"¡Qué dura es la distancia y la separación! ¡Qué dulce el día del encuentro!"
Un deseo puro inflama mis costados cuando surge
aumenta mi inclinación por vosotros. No puedo más que resignarme.