¡Diego, Dieguicóo! ¿Pero no contestas? ¡Mía si contestaras! ¡Habrá sinvergüenza! ¡Y anda, q'el chiquito los pies aligera por más que le chille con toícas mis juerzas! Anda escondutao. ¡Me caso en la grea! ¿Quiés que yo te traya, quieras u no quieras, y que a rempujones te suba a la cueva u es que mis chillios tomas a juguesca? ¿No ascuchas la madre? ¿No sientes la nena? Anda mñas, Dieguico; más que la pacencia m'estás escurriendo, y juro por éstas que como yo abaje, vas a andar de priesa. ¡¡Ya t'has recullao!! ¡Mía si te cayeras que te foán los sesos rulando a la cieca! Anda, Descariote. Toma la verea, que me tiés la sangre, de miralte, negra, ¡Ya m'as tropezao! ¡Mía si Dios quisiera que diás en el aire más de veinte güeltas! ¡Anda, cachazúo, y estira esas piernas! ¡Luego quedrás bollo! Palos que te dieran, a ver si golabas más q'una cometa. -¿No subo p'arriba? ¡Pos vaya una priesa! Cudiao con tus cosas, que no tién aspera. Ya me tiés subío. A vel qué t'aprieta. ¿Pa qué me querías? - ¿Mía si te quisiera! ¿Pa qué iba a querelte? ¡¡Pos pa que subieras!!