EL SABOR DE LOS CELOS
Andalucía por ti sólo me encarcelo,
la casta se me ha vuelto como un junco quebrado.

Verde en el tallo, flaco y seco en lo florido,
picante, blanco, negro.

El caballo de don Quijote relincha
al ver pasar el cadáver de una joven.

Ración de alfalfa le doy;
mi alma hoy descansa,
la de ella para siempre.

Me enamoré de una dama de mil lunas,
y bebí veneno de su baúl astillado.

Mantillas agujereadas, polillas,
cuernos adornados, rojo terciopelo.

Ya no saborearé más los celos,
me quedo con el recuerdo del olor de su vientre.

Acaramelado, amargo y dulce,
el amor se fue y yo pasivo hacia ella.

Río de amarguras engalanadas con vidrios,

surcos en la orilla, huellas asesinas.

Sabor de agria alegría,
cuatro poemas y un verso, solamente.