DE DONDE VIENEN LAS FLORES QUIETAS.
Bienaventurados los mansos.
Pero entendió los marzos.
Pero entendió a Jesús pidiente flores
así que fue a las flores las más lentas
y trajo un ramo airado
de flores como fieras
Movió que no que no el Jesús la cabeza
lento rostro a las flores a palabras con ellas.
Milagro ya no corren de los hombres:
las raices raices pero raices riendas.
Para que no se cansen más las patas de los tallos
ni se alborote más la primavera
a flor de mano flores se acostumbran
apaciguadas flores desde aquellas.