Son papiros de amor, nadie escribe te odio, nadie, en estos troncos. En la alameda umbría, en la tarde más pronto, en rumores de olas, en incienso de otoño, tacto nombres y nombres alegres en los chopos. Nadie escribe te olvido, ni un suspiro dudoso, ni un quién sabe o depende, ni lágrima O responso. Son papiros de amor, nadie escribe te odio, nadie, en estos troncos.