ENCUENTRO


Este es Vuillard, que mira los cargueros,
que pinta el balanceo de los mástiles,
que mira tanto que se desentiende.
La cabezonería del pintor,
la descripción del mundo, el inventario.
Este es Vuillard, el que mira los barcos.
Vuillard el de la barba vagabunda.

Este es Vuillard, el que pinta a un amigo
que escribe con un lápiz diminuto
o rasca en un papel o pega un sello.
Este es Vuillard, ojos definitivos.

Llega un momento en el que el retratista
se pinta, en camiseta, lavándose las manos,
como si descansara, como si regresara,
como si al fin quisiera pensárselo dos veces,
como si decidiera lavarse al fin las manos.

Azul es el color de una noche cualquiera
y verde es el color del mediodía.

Inaugura a diario las cosas de a diario.
Este es Vuillard el viejo.

(De Intemperie, 1995)