YO MISMO

Yo mismo
Inquieres que te cuente
cómo vivo mis días.
Así, sencillamente, me pides
que escudriñe mis rincones del alma.

Y no sé qué decir...
(ya lo explicó Celaya)
que hasta morir, vivir
es ir llenando páginas
de amor y desamor
de sueños y esperanzas.

Yo tengo mis vacíos, 
mi hueco irrellenable, 
cuando aspiro y me quedo
de aspiraciones roto,
pero también tengo el poso
donde se agolpan los recuerdos.

Con todo ello, el tiempo y las vivencias
crearon una engañosa pátina
de madurez, de sorna y experiencia.
Pero en el fondo soy
aquel niño un poco envejecido
por células caducas
que aún se emociona
y que sueña y vibra
ante el amor, el arrebol,
la aurora.



Poemas en tiempo de desaceleración