Remedio incierto que en el alma cría la ponzoña que da vida al tormento, madrastra del cuitado sufrimiento, de nuestros años robadora arpía; obscura luz que por tinieblas guía, falso esfuerzo del loco pensamiento, dificultoso bien del sentimiento, peligroso manjar de la porfía; sierpe fiera con rostro de doncella, fuego que blandamente nos consume, jarabe dulce de alargar los males, bien do el daño mayor se anida y sella. ¿Quién será tal que tus maldades sume? ¡Oh mísera esperanza de mortales!