Una pregunta, a veces, casi abolida mientras nace, sitúa mi pensamiento al borde del vacío, cuando en la taciturna noche me despierto solo y toco la tiniebla y me hablo solo y se me van abriendo los días que viví como las hojas cegadas de una puerta. ¿Adónde he de mirar que no sea pregunta? Aquí la sombra mide la distancia que separa mi cuerpo de tu cuerpo: juntas están mentiras y verdades en la contestación de cada día.