HAY QUE SER ABSOLUTAMENTE POSMODERNO
Hay que ser absolutamente posmoderno. 
Simultáneo a cada hombre del presente, 
a todas las edades de la historia, 
mi memoria se fragmenta. 
Yo y mis contemporáneos 
hemos aprendido el olvido. 
Estoy libre del pasado y juego con él: 
descanso con otras formas eternas. 
Puedo elegir mi tiempo. No así mi espacio. 
Mi vida y mi cultura se componen 
de formas de calidoscopio.Nunca fuimos tan libres. 
Hemos olvidado viejas lenguas, 
nuestro credo 
y las formas antiguas de poder. 
Es el comienzo de una nueva era 
menos novedosa que las anteriores. 
Mi momento es el resumen 
de todos los momentos del mundo.