CANTO A ALMERÍA
Yo recogí mis cantares
de labriegos y pastores;
Los aromé con las flores
de olorosos tomillares;
y en santo amor amis lares
hice las cuerdas vibrar
de mi lira, por trovar
a mi tierra idolatrada
que de Murcia hasta Granada
van sus fronteras al mar.
Apenas para consuelo
sobre leguas de baldío,
vierte la noche en rocío
su llanto sobre tu suelo.
Y allá, rasgando del cielo
las matinales neblinas,
sobre cerros y colinas
en recinto de hondas cavas,
se alzan torres de alcazabas
y palacios en ruinas.
Por eso, en tono bravío
con rudeza de breñales
y sopores de eriales
que añoran aguas de un río,
lanzo notas al vacío
de salvaje melodía
con sabor a serranía.
¡Que más que fértiles tierras,
abundan agrestes sierras
en los campos de Almería¡
Mas con tan pobres ropajes,
bien puedes galas lucir
orgullosa, con fruncir
a tu falda los encajes
de tus blandos oleajes;
dorarte la cabellera
con tu sol de primavera,
y hasta ceñir a tus sienes
plata del raudal que tienes
en tus minas de Almagrera.
Puedes también en los valles
de tu Andarax y Almanzora,
de su extensa y rica flora
cubrir de pomos tus talles.
Y así que hermosa te halles,
dí, que sin ser altanera
tiens fe y eres guerrera,
en áureo nimbo de luz
mostrando al pecho la cruz
de tu escudo y tu bandera.
Para que sepan que eres
de los cielos elegida,
muestra la belleza en vida
de blancos amaneceres
en tu corte de mujeres;
que siguiéndote triunfales
entre esbeltos palmerales,
guardan del sol su hermosura
bajo el patio de frescura
de tus extensos parrales.
Y con manto de matrona
junto con tus siete hermanas
-que ellas también soberanas
ciñeron regia corona -
rompe el silencio y pregona
tu abolengo secular.
Pues tú empezaste a luchar
por España, desde el día
que en tus playas a porfía
batió sus olas el mar.
Tú impusiste en el Oriente
tu comercio y tus riquezas
y te hicieron tus proezas
la Sultana de Occidente.
Y como luz refulgente
tu fama al mundo invadía,
cuando el puerto de Almería
era almotacén de España,
codicia de gente extraña
y orgullo de Andalucía.
Mas rendida de victoria
sobre trofeos y laureles,
la estela de tus bajeles
fue sepultando tu gloria.
¿Quién resurgirá tu historia?
¡qué vate hará despertar
la raza, para borrar
de los modernos anales
los Boabddiles y Zagales
que sólo saben llorar¡
Sevilla os llama, Almería;
es vuestra hermana mayor
que celebra en nuestro honor
LA FIESTA DE LA POESÍA.
A sus hijas, ésta mía
llévales como presente.
Y a Sevilla, reverente,
plegando al suelo tu falda,
¡das un beso en su Giralda
para besarle la frente¡