CON LA FRENTE EN EL SUELO
Con la frente en el suelo y el pensamiento arriba,
iba yo andando, andando,
y en la senda del tiempo
se echaba mi vida en busca de un deseo.
Junto al camino gris
vi una vereda en flor
y una rosa
llena de luz, llena de vida
y de dolor.

Mujer, flor que se abre en el jardín:
las rosas son como tu carne virgen,
con su fragancia inefable y sutil
y su nostalgia de lo triste.