EL "DOS DE MAYO"

  Parodia el poema “Dos de Mayo” de  Bernardo López 

Oigo Trini tu aflicción escuchando el desconcierto que te está largando un tuerto tocando el acordeón. Sobre tu viejo mantón miro flotantes jirones y por aquellas regiones veo mujeres solitarias que van rezando plegarias porque aumenten las raciones. Lloras porque te dejaron los que su amor te ofrecieron. A ti, de quién se rieron porque tan fea te notaron. A ti, por quién se fregaron los platos que hay en la Zona. A ti, soberbia fregona que siempre amarrada al yugo fueron sacándote el jugo hasta dejarte pelona. Allá va la suegra mía que un trimotor se la lleva y poco a poco la eleva sin parar en todo el día, y ya a una altura bravía tratan de que baje sola, ella se agarra a la cola y de tal modo se aferra que tiene que tomar tierra y amarrarla a una farola. Tembló un hombre en tus regiones. Tan grande su miedo era, que emprendió veloz carrera hasta gastar sus talones. y cuentan que dos guasones que venían de Vitoria, lo vieron que en una noria escondiéndose del mundo se limpiaba el buen Facundo lo que ya dirá la historia. Fue tan grande tu fealdad. lo mismo que tu ignorancia, que hasta muy cerca de Francia se oyó tu celebridad. Por ser coja y desgarbá te cogieron dos caseros (falta un verso en la copia encontrada) para guardar sus caballos y te salieron dos callos lo mismo que dos pucheros. Y aunque en la tierra hubo un hombre que quiso arreglarte el manto. yo no quiero que en mi canto salga a relucir su nombre. Para que nadie se asombre no quiero contar su historia y además, que mi memoria perdí por culpa de un toro que me dio un meneo sonoro en un corralón de Soria. Aquél genio de ambición que en su apetito profundo comiéndose vino al mundo pan y medio y cuarterón así que vio le ración que le daban pa vivir, dicen que se echó a reír diciendo ¡no puede ser! y corriendo a más correr se tiró al Guadalquivir. ¡Guerra! gritó al almorzar mirándose la barriga. ¡Guerra! le gritó su amiga, cuyo nombre era Pilar. ¡Guerra! gritó al despertar uno que dormía en la sierra, cuando debajo de tierra ciertos rumores se oyeron dicen que todos corrieron saltando de piedra en piedra. La madre, que es un primor, con gracia salta del lecho pero está tan bajo el techo que se da un porrazo atroz. Como le aprieta el dolor otra vez se va a acostar, pero al llegar la "criá" diciendo: El amo viene hasta el suelo tiró al nene del salto que llegó a dar. Y suenan dulces canciones que hablan de amor y quereres en tanto que otras mujeres se desmayan de emociones. Al pie de ciertos balcones una voz de amor retumba y una maceta que zumba con velocidad que aterra deja a un cantante en la tierra dispuesto para la tumba. * * * * * Señores que con lealtad escucharon mi murmullo y de cada cual lo suyo en esta función teatral. Ya bien pueden descansar que yo me marcho el primero, ni yo pido más dinero, y aunque les baile la rumba no penséis que estoy tarumba Un aplauso es lo que quiero.