He perdido la memoria de los siglos; sólo conservo alientos de papiros añejos. Y tengo la nostalgia de mí mismo de cuando sabios eran mis consejos, del tiempo en que mi olor no era el de museo. No puedo resistir ver correr de mis ojos arenales de lágrimas formados por escombros. Yo perdí la noción del calendario y de días microbios, pero continuaré mi papel de hierático, con sonrisa de insomnio, en este film inacabado. Mi voz, mi signo indescifrado, no lo busquéis en el presente, buscadlo en el pasado.