-Cuidado, Doña Perfecta, -dijo a la rosa el biciclo-. ¿Por qué me sales al paso? Si no te apartas, te piso.... -Pasa ya, tonto de acero; no tienes miedo al ridículo. -El jaramago te adora. -¡Mentiroso! -Yo lo he visto. -Yo nací con la manzana; vi a Eva en el Paraíso y habrá rosas de mi estirpe en el Día del Juicio. -No sigas, rosa perfecta, de eso a mí me da lo mismo; tienes una vida efímera. -Todo en la vida es efímero...