Usurpa ufano ya el tirano viento a las velas los senos extendidos. ¡Adiós, playas, ya os pierdo! ¡Adiós, erguidos montes a quien venció mi pensamiento! Ya es mar también el uno y otro asiento en mis ojos, de lágrimas ceñidos, por perderos, oh montes, más perdidos: tal pierdo, triste tal, así tal siento. Ya esconde el ancho mar, en sí orgulloso, las frentes de los cerros levantados, en sus soberbias olas caudaloso. Así divide ausencia mis cuidados; mas no podrá jamás, ¡oh dueño hermoso!, de ti, mis pensamientos abrasados.