De mis ideas la insufrible carga abruma, sin cesar mi pensamiento, y a cada instante crece mi tormento; cada hora que se aleja es más amarga. Presa de la ansiedad que así me embarga, día por día mi existencia cuento; sigo el curso del sol; ¡pero es tan lento! Llega la noche al fin; ¡pero es tan larga! Largo es vivir con mi martirio fuerte, mas fuera corto el tiempo, aún sin medida, si cual quisiera yo fuese mi suerte. Y es ¡ay! mi voluntad tan combatida, que sobrándome vida amo la muerte, y a punto de morir querré la vida.