CANTOS DE SAN LORENZO EN EL ESCORIAL
El tostado de un cuerpo no sólo pertenece
a las pruebas con que la fe se templa y reconoce
sino que es parte del orden gastronómico.
Hay en todo tormento una amorosa forma
de iniciarse en la carne y de tratar la víscera.
Tiene toda tortura un sabor a cocina,
un regular despiece y un ritual servicio
y de piches y de acólitos, de especias y de salmos.

Poned en las espaldas mantequillas y aceites,
que la cochura tenga el olor que conviene
a la piel que se hace milagro gustativo.
Haced que el pecho, su blancor de pechuga,
adquiera el punto exacto del paladar angélico.
Mezclad en la consulta de este raro suplicio
libros devocionarios y recetas monjiles,
en tanto la piedad y el gusto ya mezclados
os coronen mi martirio y su virtud exalten.